No se puede negar que una cocina limpia y ordenada es mucho más agradable y cómoda. Tanto si tienes una cocina muy espaciosa, como si es muy pequeña, mantener todos los elementos bien ordenados y organizados te ayudará a encontrar las cosas fácilmente y hará tu vida mejor. Pero ¿cómo ahorrar espacio y ordenar todas las cosas que se guardan en una cocina? Aquí tienes algunas ideas.
Primero, deshazte de todo lo que no necesites
Sí, es una obviedad. Pero son tantos los beneficios que tiene el guardar lo mínimo imprescindible que no se puede dejar de recomendar. Dale otra vuelta a los armarios, a los cajones, al baúl… Probablemente todavía tienes un montón de cosas que no son realmente necesarias. Piensa en cuando fué la última vez que utilizaste algo para decidir si puedes prescindir de ello o no. Si algún objeto no lo has usado en el último año es probable que tampoco lo hagas éste. Tal vez a alguien le resulte de más utilidad. Y tal vez tengas muchas cosas duplicadas que puedas reducir a un único elemento. Sea como sea, intenta librarte de todos los elementos inútiles
Cuando tengas claro que ya no puedes tirar nada más es momento de pasar al siguiente paso: llevar lo que menos utilices al trastero o al garaje.
Llevate al trastero las cosas que menos utilizas
En este paso vamos a desplazar todo lo que has decidido conservar pero que no se utiliza a menudo y ocupa demasiado espacio en la cocina. El robot que sólo se utilizó el primer dia, la exprimidora de zumos, ese juego de tazas espantoso, las jarras duplicadas, etc. etc.
Puede que ahora digas que no tienes espacio en el trastero. ¡No hay problema! Aplica la primera idea también para el trastero. Si hay un lugar donde se acumulan elementos inútiles ese es el trastero. En un trastero siempre se puede ahorrar espacio. Siempre queda algún hueco en la pared donde instalar un nuevo gancho. Y si no es así es que ha llegado el momento de tirar basuras. Que no te tiemble la mano. ¿Para qué sirve almacenar algo que no se ha utilizado en años? El dia de utilizarlo nunca llega y lo único que hace es ocupar un valioso espacio: a la basura con ello.
Utiliza cubos de basura apilables o bolsas de reciclaje
Si separas todos los residuos para su reciclaje (y si no, deberías hacerlo) ya te habrás dado cuenta de que tener cuatro cubos de basura genera un importante problema de espacio. Con unos cubos de basura apilables como estos puedes optimizar un poco el espacio que ocupan y centralizar toda la basura en un único punto.
Si tus problemas de espacio son muy acusados puedes utilizar bolsas de reciclaje plegables. Son muy prácticas porque las puedes plegar cuando no las utilizas y ocupan muy poco espacio. Además puedes bajar los residuos directamente en ellas a los diferentes contenedores: papel, cartón y envases.
Compra unos cestos de rejilla apilables y apílalos hasta el techo
Seguimos con la misma idea una y otra vez: llevar los objetos menos utilizados a lugares menos “selectos”. Condenamos los objetos poco utilizados a un espacio más remoto en beneficio de tener lo que sí utilizamos a diario bien organizado y accesible.
Para ello una buena opción es comprar cestos de rejilla y hacer una torre hasta el techo. Con un simple taburete apilable o una miniescalera de dos peldaños podrás llegar sin problemas cuando te sea necesario.
Instala elementos divisorios en las baldas de las estanterías y los armarios
Un problema muy común que tienen los armarios de cocina y las estanterías de las despensas—también los cajones—es un excesivo desperdicio del espacio. Bien porque la distancia entre baldas es muy grande o porque tienen demasiado fondo. Lo puedes solucionar con elementos divisorios. O también puedes comprar más baldas y reducir la separación.
Cuando el problema sea el fondo excesivo pon detrás lo que menos utilices y los objetos de mayor tamaño. Es importante que sepas lo que hay, tampoco hace falta sepultar cosas que luego nos olvidamos de que existen.