Tienes invitados. ¿Cuál es la mejor cama para alojar a tus invitados? Recuerdo una solución que vi anunciada hasta la saciedad hace ya algunos años. Las famosas camas hinchables. Consiga ahora esta estupenda cama para sus invitados y ahorre espacio en su casa. Llame ahora y recibira no una, sino hasta tres camas hinchables por el mismo precio. Y eso no es todo… Claro, cómo no. Pero es cierto. Las camas hinchables no ocupan espacio y… Y ya. Ahí terminan sus ventajas.
Las camas hinchables dejan muchísimo que desear en cuanto a comodidad se refiere. Y si has dormido alguna vez en una de ellas, sabes perfectamente de lo que te hablo. Son incomodísimas. Dan frío en invierno. Dan calor en verano. Son muy inestables. El tacto es horrible… Eso sí, por lo menos se hinchan automáticamente gracias a su motor eléctrico. Bueno, a lo que vamos… Te voy a hablar de una solución mucho más efectiva y como diez mil millones de veces mejor: las camas apilables.
Pero antes, déjame que siga hablando mal de las alternativas. Seguro que también recuerdas la típica cama nido. Muy anticuadas en la actualidad. Definitivamente es un producto bastante viejuno. Aunque si las comparamos con las hinchables, estas camas nido son el Rolls Royce del descanso. Basta. En el fondo, siguen siendo la mugre. Para poder guardar una debajo de otra tienen que ser relativamente pequeñas. También hay algunas soluciones —aún más incómodas— que utilizan mecanismos plegables de patas y otras soluciones por el estilo. No, estas camas siguen sin ser una opción cómoda y moderna para alojar a tus invitado. Yo antes que eso los mando a dormir al sofá. Tiene que haber otra solución.
Las camas apilables. Una cama normal que ocupa la mitad de espacio
Ya era hora de que a los diseñadores de muebles se les ocurriera una solución de descanso confortable, y eficiente en cuanto al espacio que ocupan. La gran ventaja que tienen estas camas es que son normales y corrientes. Nada de aire, nada de muelles ni piezas plegables u otras zarandajas. Una simple estructura de cama con un somier de lamas de madera. La solución más cómoda que existe para dormir. La de toda la vida. Sin adornos ni florituras. Lo único que había que hacer para ahorrar espacio era diseñar su contorno superior de forma que permitieran apilar unas encima de otras. Así de fácil.
¿Cómo funcionan las camas apilables?
Es muy sencillo, la primera de las camas descansa sobre el suelo. Su altura es similar a la de unas patas de somier. La siguiente cama la ponemos encima. En este colchón es donde dormiremos habitualmente. Tiene una altura estandar por lo que no resulta nada incómodo. Es estable y agradable a la vista. El diseño de sus laterales es algo redondeado, en madera de pino o abeto natural. Encaja bien con la mayoría de decoraciones de los dormitorios. Es un elemento de mobiliario bastante neutro. ¿Y cuando tenemos invitados? Con la ayuda de una persona desplazamos este cajón y lo trasladamos al suelo. Ya tenemos cama de invitado.
Lo mejor es que las dos camas están montadas y listas para su uso. El diseño de estas camas apilables incluye un espacio que absorbe bien el grueso que ocupan el colchón y las mantas. No hay que montar nada, no hay que inflar nada, no hay que desplegar nada. Dos camas en una, que pueden ser tres, cuatro o las que se necesiten. Aunque si haces una torre de más de cuatro alturas tal vez no deberías dormir en ella. Pero si que puedes almacenarlas en una habitación auxiliar.
Bueno, creo que ha quedado claro. Si como en mi caso, has tenido alguna vez pesadillas intentando dormir en una de esas camas espantosas. O bien la decisión sobre qué cama comprar para un invitado te ha quitado el sueño este producto te gustará. Además no son demasiado caras. Hay que tener en cuenta que es un producto de calidad, un mueble sólido, normal y corriente. Olvídate ya de las birriosas literas o las lamentables camas inflables.
¿Dónde comprar estas camas apilables?
Puedes comprar estas camas apilables en Amazon. Estan hechas a mano utilizando madera natural y herrajes de calidad. Sus dimensiones son dos metros de largo, noventa centímetros de ancho y unos veintucuatro centímetros de grosor.